"Bienaventurado es, Señor, el que te ama a Ti, al amigo en Ti, y al enemigo por Ti...".
San Agustín de Hipona

Muy pocas Cofradías se han creado de forma simultánea a la realización de su Imagen Titular y a la construcción de su propia sede canónica. Y es que, como éste hecho, son muchos los aspectos que hacen de nuestra Cofradía una cofradía muy peculiar, pero pocos tan marcadamente diferenciales y contundentes como la originalidad de nuestra estación de penitencia.

La sencillez y la austeridad se combinan en una procesión sin andas, sin flores, sin bandas de música. Un único tambor desafinado, luces de velas, silencio, oración y cánticos caracterizan la única procesión toledana en la que un Crucificado procesiona inclinado, a hombros de sus costaleros, rozando los rezos y la emoción contenida de quien espera el paso.

En la noche del Martes Santo, por las silenciosas calles del Toledo… pasa el Amor de los Amores.